¿Qué hiciste?

La violencia machista, o en su caso la cultura del macho man no sólo ocurre en clases bajas sino también en sectores con un poder adquisitivo mucho mayor.

Muchas veces son detalles sutiles que pasan desapercibidos pero si prestamos atención queda en evidencia como esta concepción machista está instalada hasta en las mujeres, que callan porque sienten que no tienen poder, que no pueden decir que no.

-  ¿Cómo la paste anoche con Martín?

-  Bien, pero después de cenar fuimos a su casa e hizo algo que no me gustó: estábamos besándonos y me empujó la cabeza hacia abajo, para que "le haga un favor".

Este concepto se aplica tanto a la violencia física como a la verbal. En muchas culturas, en este caso la latinoamericana, las actitudes machistas engloban comportamientos y creencias que se encuentran aferradas en las raíces de la sociedad.  Muchas de esas concepciones se encuentran tan arraigadas que son naturalizadas y dadas como “normales”.

Un claro ejemplo de este tipo de naturalización son las prácticas sexuales en donde la dominación pone a la mujer en el rol de sumisa. Hoy en día gracias a los movimientos feministas y de lucha a favor de los derechos de las mujeres, estas temáticas sexuales fueron expuestas para hacer entender a ambas partes que cualquier práctica debe ser consensuada.

- ¿Y qué hiciste?

-  Nada, bajé. Pero después le dije que me había molestado…